miércoles, 6 de junio de 2012

Pedro Salinas

Lo que nos queda palpita

en lo mismo que nos damos.

¡Darte, darte, darnos, darse!

No cerrar nunca las manos.

No se agotaran las dichas,

ni los besos, ni los años,

sino las cierras.

¿No sientes la gran riqueza de dar?

La vida

Nos la ganaremos siempre,

entregándome, entregándote.