martes, 5 de junio de 2012

Jorge Luis Borges



Después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma.
Y uno aprende
que el amor no significa acostarse
y una compañia no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender,
que los besos no son contratos,
que los regalos no son promesas.
Y uno aprende a aceptar sus derrotas
con la cabeza en alto y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir,
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno del mañana
es demasiado inseguro...
y los futuros tienen
una forma de caerse a la mitad.
Y despues de un tiempo
uno aprende que si es demasiado tarde,
hasta el calorcito del sol quema.
Asi que uno planta su propio jardin
Y decora su propia alma
en lugar de esperar
a que alguien le traiga flores
Y uno aprende
que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende.
Y con cada adios,
uno aprende.

Jorge Luis Borges

Costas de Ibiza vistas desde el mar.